Si hay algo que gusta a los niños y a muchos mayores es una buena pizza. En el caso de los míos, si es casera, mucho mejor.
A menudo, mis hijos duermen en casa de mi hermana y mi cuñado. En otras ocasiones, mis sobrinos duermen en mi casa. Sí, es lo que estais pensando, juntamos cuatro niños a la vez, jeje… Y de todas las edades. Esas noches son perfectas para una cena pizzera 😉
Primero, a coro, la pregunta de rigor: «Tía/Mamá, ¿hoy qué cenamos? Pizza. ¿Pero de la tuya? Claro cariño. ¡¡¡¡Bieeeeennnn!!!»
La verdad es que les encanta participar, sobre todo poniendo los ingredientes en la masa antes de meterla al horno. Se pasan todo el tiempo preguntando «¿Cuándo cenamos? Enseguida. ¿Ya está hecha? ¿le queda mucho?»
Da gusto ver que no dejan ni una miga en el plato, incluso el más pequeño la disfruta, teniendo en cuenta que no es una pizza profesional ni mucho menos, claro.
La masa de pizza es muy sencilla. Con las cantidades de la receta salen dos pizzas medianas o una muy grande. Si no vas a utilizar toda la masa, puedes preparar la mitad o congelar una parte después de que haya doblado. Luego, cuando quieras hacer pizza de nuevo, sólo tienes que sacarla con tiempo suficiente (unas 5 o 6 horas antes) para que se descongele y pueda levar.
Así es que, sin miedo, nos subimos las mangas y manos a la masa 😀
Ingredientes para hacer pizza de espelta blanca
Para la masa
- 400 gr de harina de espelta blanca
- 200 gr de agua a temperatura ambiente
- 50 gr de aceite de oliva o de girasol (según preferencias)
- 1 cucharadita de sal
- 25 gr de levadura fresca
Para montar la pizza
- Queso mozzarella o rallado especial para pizza
- Tomate frito o natural rallado
- Jamón cocido, beicon, verduras
- Aceitunas, atún, etc… al gusto
La pizza que les gusta a mis peques es de tomate, queso y jamón cocido, vamos, lo que llamaríamos una pizza margarita pero añadiendo las aceitunas que tanto les gustan.
En un bol o sobre la mesa de trabajo, formamos un volcán con la harina de espelta. Añadimos en el centro el agua y el aceite, desmenuzamos la levadura y empezamos a mezclar añadiendo la harina de fuera hacia el centro. Cuando empieza a formarse la masa, añadimos la sal. Esto lo hacemos para evitar que entre en contacto directo con la levadura, ya que ésta perdería su fuerza.
Amasamos bien hasta que desaparezcan los grumos y tengamos una masa lisa que no se pegue a las manos ni a la mesa de trabajo (con unos diez-quince minutos debería ser suficiente, si no, amasar cinco minutos más). Formamos una bola con la masa resultante y la ponemos en un bol untado de aceite, la tapamos con un papel film sin apretarla y esperamos a que doble su tamaño.
Mientras la masa leva, calentamos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo, dejando dentro la bandeja donde vayamos a cocer la pizza para que también se caliente. A mi me gusta ponerla sobre un papel de hornear y no sobre la bandeja directamente (así evito que se quede pegada y luego tener que rascar para limpiarlo 😉 ).
Partimos la masa en dos y estiramos sobre un papel de hornear la que vayamos a utilizar, usando las manos o un rodillo, hasta dejarla del grosor que nos guste. Yo suelo hacerla de 4 o 5 milímetros, así queda una masa blandita y jugosa. Ponemos sobre la masa el tomate y lo extendemos con una cuchara sin llegar del todo a los bordes. Después ponemos el resto de ingredientes: el queso, el jamón de york, las aceitunas…
Aquí la tenéis dentro del horno, cociéndose a 180ºC, con calor arriba y abajo, hasta que la masa esté doradita por el borde. Si véis que el queso se ha fundido y que puede quemarse, apagar la resistencia de arriba y dejar sólo la de abajo el resto del tiempo (en total serán unos quince minutos más o menos).
Cuanto más fina hagamos la masa, más crujiente saldrá después, pero eso va en gustos claro. Si os gusta una masa tostadita pero no queréis renunciar a que esté jugosa y blandita por dentro, podéis hornearla durante unos diez minutos antes de ponerle los ingredientes. Luego la termináis con lo que más os guste y volvéis a hornearla hasta que esté doradita.
Este es el resultado, lista para hincarle el diente y disfrutarla hasta el último trocito 🙂
¡Que aproveche!!!!!!!!!!!!!!
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