Uff!!! Madre mía, pero ¿yo voy a ser capaz de hacer esto? ¡¡Quién me mandaría a mi meterme en estos fregaos!! Llevo ya no se cuantas recetas leídas y no me aclaro. A ver si con esta…
«…500 gr de harina panificable» ¿panificable? Vaya, una palabreja nueva. Pero ¿cuántas harinas hay? De fuerza, de repostería, floja, de maiz, de trigo, ¡¡ay que estrés!! Voy a repasar la lista de utensilios que me he apuntado… rasqueta, bol, amasadora, cuchara de medir, cuchilla para cortar el pan, banettone, papel de horno, paño de lino… Pero, ¡¡si me va a hacer falta otra cocina para guardarlo todo!! De verdad que pensaba que esto era más fácil, me parece que ni empiezo. Anda que si luego no me sale bien, tiempo y dinero perdidos!!!!
Bueno qué… ¿Os suena esta historia? ¿Os veis reflejados en ella? Yo sí, y mucho. Mis comienzos en esto del pan casero fueron más o menos así, caóticos y desmoralizadores. Y además de todo ese follón, añadirle que yo no podía usar harina de trigo. Un problema más.
La verdad es que no recuerdo la fecha exacta de mis comienzos, pero mi marido dice que primero empecé haciendo pasta, cuando a nuestra hija le detectaron la alergia al huevo, y luego subí un peldaño y empecé con el pan. La verdad es que para las fechas me fío más de su memoria que de la mía 🙂
El caso es que llevo ya bastante tiempo haciendo pan en casa y, aunque sé que me queda mucho por aprender y practicar, quiero ayudar a que vuestros comienzos no sean tan caóticos como los míos.
Los utensilios
De entrada, deciros que muchos de ellos no son necesariamente obligatorios. Es verdad que ayudan en el proceso, pero no es necesario comprar herramientas profesionales para empezar.
1.- El bol: la masa podéis hacerla en cualquier ensaladera o bol grande que tengáis, da igual que sea de plástico o cristal, yo he llegado a usar hasta uno que tengo de cerámica, del mismo material que los platos.
2.- La amasadora: no necesitáis tener una, si ya la tenéis pues perfecto, pero existen métodos de amasado manual que dan muy buenos resultados. Además, si el motor de vuestra amasadora no es potente sólo vais a poder hacer la mezcla inicial y luego tendréis que terminar de amasar a mano igualmente.
Para mezclar los ingredientes, si no queréis meter la mano desde el principio, una cuchara sopera, una de madera o incluso una lengua de silicona de repostería os puede ayudar, aunque ésta última suele ser un poco blanda.
Si vais a amasar a mano, lo podéis hacer sobre vuestro banco de cocina, bien limpio y seco para que no se os pegue mucho la masa. Yo me he pasado años amasando así hasta que me compré la amasadora.
3.- La cuchara de medir: también se puede sustituir, usando una cucharilla de café o una cuchara sopera (por ejemplo, 10 gr de sal son dos cucharaditas de café sin montañita jejeje).
4.- El papel de hornear: a este no hace falta buscarle sustituto, es un artículo que ya se puede encontrar prácticamente en cualquier supermercado y se puede utilizar para muchas otras cosas, por ejemplo, para hornear una pizza sin tener que ponerla directamente sobre la bandeja del horno :p
5.- La báscula: es el elemento más común en una cocina, aunque no hagáis pan, pero aún así si no tenéis, no hay problema, un vaso o jarra medidores os pueden sacar del apuro.
6.- La rasqueta: tampoco es absolutamente necesaria, además de que puede ser dificil de encontrar (a mi al menos me pasó), basta con volver a limpiar bien el banco cuando terminéis de amasar.
7.- La cuchilla para cortar: se puede sustituir por un cuchillo bien afilado, a ser posible que no sea dentado para no desgarrar la masa.
Tengo que reconocer que a mí me gustan mucho los «cacharritos» de cocina y que tenía un juego de cacitos medidores de esos que puedes comprar en un todo a 100. También he tenido siempre báscula porque, antes de hacer pan, hacía bizcochos y tartas para la familia. Y antes de comprarme la cuchilla para cortar el pan, utilizaba un cuchillo de esos de la hoja de cerámica que son muy afilados y sin dientes.
8.- El paño de lino: sólo puedo deciros que yo no lo uso para tapar el pan mientras leva. La verdad es que tengo un juego de paños 100% algodón (pero no de los que parecen de toalla) que utilizo exclusivamente para el pan. Eso sí, es muy importante que no dejen pelusas, por lo que antes de usarlos los lavé en repetidas ocasiones 😉 pero sin usar suavizante, porque luego el olor puede pasar a la masa.
9.- Y por último, aunque no menos importante, los banetones. Cuando empecé (y a veces hoy en día también), utilizaba unas cestitas de mimbre para levar el pan. Ponía el paño, espolvoreaba harina y ponía la masa encima, luego volvía a poner un poco de harina y cerraba los picos del paño hasta hacer una especie de atillo sin apretar, para que a la masa no le diera el aire mientras levaba.
Creo que no he olvidado nada… ah! si…
10.- Deciros que la temperatura para hornear es lo más difícil de controlar. Normalmente, un horno doméstico tarda entre 20 y 30 minutos en alcanzar los grados que habéis colocado en el selector, si encendéis las dos resistencias junto al ventilador, por lo que un termómetro de horno no es totalmente necesario. Debéis recordar que cada horno es diferente, incluso es posible que algunos tengáis uno digital y podáis afinar más en la temperatura. Pero también debéis saber que, aunque marquemos en el selector 200º C, por ejemplo, dependiendo de si encendemos una resistencia o las dos, el horno llegará a la temperatura antes.
Bueno, espero que con las alternativas que os he dejado os animéis a probar esto de hacer pan en casa. No puedo deciros que os saldrá bien a la primera, aunque todo es posible. Lo que sí puedo deciros es que, si no abandonáis ante la primera masa rocosa que salga de vuestro horno, con algo de práctica seréis capaces de conseguir un buen pan casero que haga las delicias de vuestra familia.
Espero que me contéis vuestros progresos y si tenéis alguna duda ya sabéis, preguntar, preguntar y preguntar 🙂 que yo os responderé lo mejor que sepa.
Ánimo y a practicar!!!!
Ánimo! Seguro que te seguirán saliendo muy buenos los panes. Yo doy fé. Los he probado y son buenísimos! #desayunoespectacular#
Muchas gracias Sandra, los ánimos siempre vienen bien, qué te voy a contar!!! Espero mejorar mucho más con el tiempo. Sabes que cuento contigo como conejillo de indias de vez en cuando, jejeje.